martes, 30 de abril de 2013

HISTPORIA DE LA SALSA


Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta, la música afrocubana era consumida ampliamente por los sectores de origen «latino» (‘latinoamericano’) en la ciudad de Nueva York. Los cubanos en Nueva York, los puertorriqueños y otros músicos de otros países, fundamentan su música en gran medida en los elementos de origen afrocubano.
Según algunos músicos e historiadores, salsa es un nombre comercial dado a toda la música cubana en los años setenta. En esta corriente se ubican Ray Barretto, Rubén Blades, Larry Harlow, Papo Lucca, Johnny Pacheco, Tito Puente, Roberto Roena, Bobby Sanabria y Bobby Valentín.
La salsa se expandió a fines de los años setenta y durante los ochenta y noventa. Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa. Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica. Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical en Colombia, Venezuela, Panamá y lugares tan lejanos como Japón. A la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo.

Orígenes y evolución

En los años treinta, los septetos y sextetos (que solo usaban bongó) eran muy populares en Cuba. Cuando Gerardo Machado prohibió el uso del bongó, las charangas (que solo usaban timbales) se popularizaron, llegando a presentarse algunas agrupaciones en Estados Unidos. La censura fue levantada en los finales de los años treinta y los bongos fueron utilizados nuevamente.
Cerca de 1940, el Conjunto Llave de Rafael Ortiz introdujo las tumbadoras o «congas» en una orquesta, instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial.[]La integración de las tumbadoras y bongos en los conjuntos que tocaban son montuno sería una de las fuentes fundamentales de la instrumentación de orquestas de baile.
En los años cuarenta, Machito le agregó trombones al son montuno y la guaracha y estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés. Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubans», está considerado el padre del jazz afrocubano. En su álbum Tanga de 1943 fusionó la música afrocubana con el jazz.
La influencia del jazz afrocubano y del mambo de Dámaso Pérez Prado en 1948 determinó que se introdujera el saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. Enrique Jorrín en 1955 le agrega trompetas a las orquestas de charanga que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.
En los años cincuenta, la música bailable cubana, como el son montuno, mambo, la rumba y el chachachá, fueron música de corriente principal en los Estados Unidos y Europa[] En la ciudad de Nueva York, el «estilo cubano» de las bandas fue formado fundamentalmente por músicos cubanos, puertorriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos mencionar a Machito,Tito Rodríguez, el director catalán Xavier Cugat, Johnny Pacheco y Tito Puente. Por otro lado, fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional. El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son y las grandes bandas de este género mantuvieron viva la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se limitaban a los pequeños espacios de la era del bebop.
En 1969 Juan Formell introduce el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba.
El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón en 1971 y el piano eléctrico en los años setenta por Larry Harlow.
La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachachá). Después de la crisis de los misiles de 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente.
El resultado fue el crecimiento de la influencia puertorriqueña en la salsa en el Nueva York de los años setenta. La comunidad puertorriqueña de Nueva York, llamada por los estadounidenses «nuyoricans», se hizo del liderazgo de la música latina, aunque siempre influenciada por la música de reconocidas celebridades cubanas como Miguelito Valdés, Machito, José Curbelo, Chano Pozo y Arsenio Rodríguez.

La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos» en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Por esta época, el pop latino no era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos al perder terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll. El surgimiento de la salsa abre un nuevo capítulo de la música latina en la música popular estadounidense.

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